Hola. Soy Marta de Celis. Soy fisioterapeuta y una semana más te cuento algo.

Hace unas semanas estuve en Granada. Una ciudad maravillosa. Pero el objetivo del post de hoy es contarte para qué estuve allí.

Asistí a una formación, para seguir aprendiendo sobre pesarios. ¿Sabes lo qué es?

Puede que si sufres de prolapso de vísceras pélvicas (útero, vejiga) te haya propuesto el ginecólogo o ginecóloga la colocación de un pesario.

Un pesario es un dispositivo intravaginal que ayuda a mantener el órgano prolapsado en la posición idónea.

Pero bien, quiero hacerte unas aclaraciones.

1. ¿Quién me lo coloca?

Un fisioterapeuta experto en pesarios puede colocarte uno. Un pesario no deja de ser una ayuda técnica, como una tobillera, vendaje o bastón, que nos ayuda a mejorar o mantener la función. Pero seguro que ningún fisioterapeuta te coloca un vendaje sin proponerte un tratamiento (o no debería) para la recuperación de tu lesión o la mejora funcional de la zona afecta.

En el caso de la Fisioterapia de Suelo Pélvico pasa lo mismo.

De nada vale colocar un pesario y olvidarse. La paciente debe haber realizado y aprendido un programa de ejercicios específicos y guiados por el fisioterapeuta para que ese pesario cumpla su función con éxito y tú mejores.

Si alguien te propone colocar un pesario sin un programa de ejercicios, es como si te vendases el tobillo y después no intentaras tratártelo para volver a caminar, correr, etc.

 

2. ¿El hecho de colocar un pesario implica que ya no tengo solución? No.

Implica que necesitamos un dispositivo que ayude a mantener lo ganado con el programa de rehabilitación. Puede que tengas síntomas muy molestos por tu prolapso y el pesario haga que disminuyan o desaparezcan, pero ya te digo, nunca colocados de manera aislada.

Además, hay épocas en donde no podemos seguir nuestras rutinas de la misma forma e incluir los ejercicios en el día a día. Por ejemplo el verano, las vacaciones, o que por diversos motivos sabes que va ser difícil. En esos períodos es útil un pesario que te ayudará a minimizar el retroceso en tu recuperación.

 

3. ¿El pesario molesta? No.

Si está bien colocado y medido, ni se nota que lo llevas. Es más debes poder orinar, caminar, hacer deporte, etc. Sí es verdad que no puedes mantener relaciones sexuales mientras lo llevas puesto, así que para eso, la fisioterapeuta debe enseñarte a colocarlo, extraerlo, volvértelo a colocar. Suena más difícil de lo que es, te lo digo yo.

Por ello es necesario tomar medidas, probarlo en consulta, reproducir gestos diarios, para que decidamos cuál es tu talla y así te lleves el tuyo puesto tras la sesión. Es decir, igual que si te compraras unos zapatos en una zapatería.

 

4. Una vez colocado, ¿me olvido? No.

Te mandaré a que un ginecólogo o ginecóloga te haga una revisión. Necesito que valore si está todo bien a nivel interno y para eso, lo mejor es este especialista. Dependiendo de la finalidad de ese pesario, ya haremos revisiones cada ciertos meses para comprobar que todo va bien. A veces puede pasar que notes síntomas que te llamen la atención y debemos valorarlos.

 

5. ¿Dónde se coloca? Dentro de la vagina. El pesario es de un material maleable y se adapta a las paredes de la vagina y por tanto a la entrada o salida de misma.

6. ¿Los pesarios es algo muy nuevo? Nooo. Eso también lo aprendí en el curso. Elena Mª Pozo (Fisioterapeuta) nos explicó, entre otras cosas, que los pesarios ya se usaban en el siglo XVIII (hechos de oro, plata, broce, madera…). Me pareció muy curioso. Ahora son de silicona médica o PVC. Un material lavable, que puede hervirse y sobre todo minimiza las alergias.

 

7. ¿Si me van a operar, ya no me lo pongo? No necesariamente. Cuando se estima que tu grado de prolapso es tal como para que la solución sea quirúrgica, te propongo este plan.

Realiza, si no lo has hecho un programa de rehabilitación para la mejora de la función de tu suelo pélvico.

Si es el momento, comienza a usar un pesario, así mientras se acerca la fecha de la intervención tendrás menos síntomas. Ocurre a veces que cuando llega el momento de operarte a lo mejor no lo estimas necesario porque aunque tu prolapso sigue estando, con el pesario colocado, apenas lo notas.

Puede que necesites retrasar la intervención quirúrgica por algún motivo laboral, personal, viaje o proyecto… En este caso, también puedes recurrir al uso de pesario.

 

8. Un pesario puede colocarse temporalmente, para siempre, o para algunas actividades de tu día a día (ejercicios de impacto, trabajo que implique esfuerzo físico…). La finalidad es mejorar los síntomas que da el prolapso y evitar que empeore.

 

9. En caso de querer ser madre y padecer actualmente un prolapso, puede implicar que de momento no puedas operarte pero tampoco debes aguantar los síntomas del prolapso. En estos casos, te recomiendo que utilices un pesario hasta que por fin puedas someterte a la reparación quirúrgica tras haber parido. También durante el embarazo es compatible.

 

En resumen, el pesario te ayudará siempre que hagas un Programa de Rehabilitación de Suelo Pélvico.

Un fisioterapeuta podrá colocártelo, probarlo, y decidir cual es el idóneo para ti; pero si quieres consultar antes con tu ginecólogo, hazlo, lo mejor es el trabajo en equipo.

Pues por mi parte nada más. Te seguiré hablando de este tema. pero si te interesa o tienes dudas no dejes de ponerte en contacto conmigo.

Nos leemos. Hasta el próximo post.

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