Hola a todos. Soy Marta de Celis. Soy fisioterapeuta y una semana más te cuento algo.
Puede que hayas oído hablar sobre los “abdominales hipopresivos”, o de la “gimnasia hipopresiva”; o quizás, nunca has escuchado nada al respecto. Pues bien, sigue leyendo que te cuento en qué consiste este tipo de entrenamiento.
Lo primero que quiero decirte es, como ya te he nombrado, un método de entrenamiento preventivo y terapéutico. Es decir, con la práctica, podrás prevenir patologías o disfunciones y/o tratarlas.
Si tu objetivo es utilizar este método como tratamiento de alguna patología, es importante que acudas a un fisioterapeuta especialista en el método, ya que deberá valorar qué ejercicios o qué modificaciones habrá que hacer según tu caso particular.
¿En qué consiste el método?
En concreto el Método LPF (método con el que yo me formé) consiste en realizar una serie de ejercicios siguiendo unas pautas posturales y respiratorias.
Es decir está basado en secuencias de posturas que activan de forma involuntaria tu faja abdominal, y por tanto tu suelo pélvico (ya que como te he dicho en anteriores post, trabajan en conjunto).
Además esas posturas entrañan un trabajo corporal global. Es decir, utilizarás todo tu cuerpo para tonificarlo y conseguir los múltiples beneficios del método.
¿Para qué? Y ¿por qué?
Te preguntarás en qué te puede beneficiar realizar ejercicio hipopresivo. Pues bien, en general te diré que muchos de las actividades o gestos diarios son hiperpresivos (correr, la tos, coger pesos, cross fit o empujar al defecar, entre otros).
El hecho de que se genere un aumento de presión en nuestro abdomen hace que tenga consecuencias negativas, especialmente sobre el suelo pélvico (debilitándolo) o sobre otras estructuras.
Si seguimos realizando estas acciones de aumento de presión repetidamente y sin compensar con ejercicio hipopresivo, pueden darse situaciones como prolapsos, hernias discales, umbilicales o inguinales o incntinencia urinaria.
Pero entonces te preguntarás “¿debo dejar de hacer ejercicio como correr o abdominales clásicos?”. Bueno, mi respuesta tiene que ser: Depende.
Dependerá si tu gesto “hiperpresivo” forma parte de tu profesión (correr, si eres futbolista) o si solo es parte de tu actividad diaria (aerobic como ocio) y puedes o no modificarlo (tos) o controlar la frecuencia.
Además, debes tener en cuenta si padeces una disfunción como incontinencia o prolapso, en ese caso, mi opinión es que aprendas a mejorar tu musculatura y a modificar el gesto hiperpresivo, y después valores si quieres o no volver a esa actividad.
¿Existen más beneficios además de la activación de la faja abdominal y del suelo pélvico?
¡Sí! Muchos más. Además con la practica obtendrás mejoras en:
- la capacidad respiratoria
- conciencia y corrección postural
- movilidad visceral (combatiendo el estreñimiento o el dolor premenstrual)
- función sexual
- rendimiento deportivo
- elasticidad y tono de todo tu cuerpo
- descongestión en región perineal (mejora de la circulación, idóneo para problemas de próstata o dolor pélvico)
- tratar el dolor de origen miofascial y mejorar los problemas de compresión en nervios (ejemplo ciáticas o síndrome de túnel carpiano)
- reducir la diástasis
Como ves, son muchos. Y puedes obtenerlos todos ya que se trata de un entrenamiento global.
Pero ojo, debo decirte que debes asegurarte que realices bien la técnica y que un fisioterapeuta valore tu caso.
No solo consiste en hacer los ejercicios por imitación, como si de una clase de baile se tratase.
Cada uno de nosotros integra el ejercicio de una forma, su cuerpo responde de una manera. Es necesario que el profesional que te enseñe se asegure de qué pasa en tu abdomen o en tu suelo pélvico cuando realizas un hipopresivo.
A veces nos encontramos mujeres que al realizar un hipopresivo, (por mala ejecución o mal automatismo) en su abdomen o en su suelo pélvico pasa justamente lo contrario a lo que debería suceder. Por ello, hay que valorar qué pasa y por qué y reprogramar nuestra faja abdominal.
¿Para quienes?
Como se trata de un método totalmente personalizable, puede realizarse a cualquier edad y cualquier condición física, siempre que no haya contraindicación para ejercicio de baja/media intensidad.
Para hombres y mujeres.
Sí. Los hombres también tienen suelo pélvico, y claro está, también abdomen, columna vertebral, etc. Y ya sabes que hay beneficios sobre todas las estructuras corporales.
Ideal para mujeres que realicen deportes de impacto, que tengan o no disfunción (incontinencia, prolapso).
Para hombres con patología prostática, y más si realizan ciclismo (por la presión continua del sillín).
Para la recuperación postparto ya que es la técnica de elección.
Tras cirugías abdominales y pélvicas.
Para mejorar rendimiento deportivo si eres deportista de alto rendimiento.
Para complementar tratamientos de fisioterapia de columna y otras algias musculoesqueléticas.
Como complemento a tratamientos de fisioterapia uroginecológica siempre que tu fisioterapeuta dé el visto bueno tras una valoración.
Para personas con ansiedad, ya que al utilizar la respiración ayuda a la relajación corporal y mental.
¿Contraindicaciones?
Te diría que relativas ya que al ser modificable su realización, podremos adaptarla a tu situación.
Como casos especiales el embarazo y la hipertensión.
Pero yo siempre recomiendo una valoración previa a la práctica, y si hay dudas, pediremos consejo a tu médico.
Espero que esta información te haya servido de introducción y que te decidas a probar este método de entrenamiento.
Si tienes dudas y quieres saber más acerca del ejercicio hipopresivo, sigue este blog ya que te iré dando consejos sobre el cuidado de tu salud en general, y suelo pélvico en particular.
Hasta el próximo post. Nos leemos.