Hace unos días en consulta, recibo a una paciente en su cuarta sesión, que inició su recuperación postparto tras su cuarentena. Sin que nadie le dijera o prescribiera nada, ella determinó que tal y cómo se encontraba después de dar a luz, debía comenzar su rehabilitación. Me tuvo que buscar por internet cuando se puso a recabar información acerca de lo que le ocurría.
¿Y qué le ocurría?
Sus síntomas principales eran ni más ni menos que dolor en el periné y coxis (casi no podía sentarse o andar en una postura adecuada), incontinencia de gases ante cualquier movimiento, algún episodio de incontinencia fecal y, a veces de orina. Además de un gran hematoma que debieron drenar en su momento. Una gran cicatriz debido al desgarro que sufrió y mucha sensibilidad en la vulva y entrada de la vagina. Comentaba también sensaciones constantes de querer orinar.
Además leyó, que no sólo con los ejercicios de Kegel se solucionaba esto y encontró que la Fisioterapia de Suelo Pélvico era el camino que debía tomar. Menos mal que también hay información de calidad en la red.
A día de hoy ha conseguido grandes mejoras. Ya es continente, el dolor ha cedido bastante y ¡ha vuelto al gimnasio! Sobre todo ahora sí siente que la recuperación está más cerca.
Siempre creo y quiero pensar, que los profesionales sanitarios que la atendieron en su parto antepusieron el bien del bebé y de la madre. Por ello, el objetivo de este post no es valorar si algo se debió o no hacer, puesto que yo no estoy dentro de un paritorio, no viví la situación y confío en ese personal médico que busca el menor daño para la paciente.
Pero dadas las consecuencias de ese parto vaginal, lo que sí que me parece ilógico es decir a esa mujer en una consulta de revisión tras 4 meses que es normal estar así.
Que su cuerpo ha cambiado y debe aceptarlo.
Que lo que debe hacer es priorizar la atención a su bebé, que lo necesita aún más (cabe señalar que el bebé está en perfectas condiciones de salud y atendido en una familia que lo quiere y cuida, con una madre y un padre que se desviven por él).
Entended la indignación de esta mujer (y la mía) al oír ese mensaje de boca de una profesional de la salud.
Mi paciente, en lugar de sentirse comprendida se sintió que la acusaban de egoísta, incluso exagerada.
En lugar de oír “lo estás haciendo bien”, “vamos a encontrar la solución”, “sigue así”; le dijo poco menos que debía aceptar lo que le había pasado por tener un bebé.
Esto está cambiando, menos mal.
Gracias que ésto que relato, lo hago a modo de anécdota y que cada vez son más las y los profesionales que trabajan para que la mujer sepa, crea y quiera recuperarse tras el parto.
Cada vez son más las ginecólogas y ginecólogos, matronas, que indican a esa mujer que acaba de dar a luz, que la funcionalidad de su suelo pélvico la debe valorar un fisioterapeuta.
Tras, esa valoración se determinará sí es necesario entonces hacer tratamiento, o quizás no. Pero lo que no se le puede decir a una mujer, la cual está preocupada por su estado de salud que se debe centrar en su bebé y que su vida ha cambiado. Eso no puede ser.
Esas son las mujeres, que tras dejar pasar “un tiempo”, el que ellas estiman, acuden a poner solución a su disfunción y es cuando cuesta más encontrar la solución a corto plazo.
Siempre digo lo mismo, algo que es habitual no quiere decir que sea normal. Si te has caído y se te ha inflamado el codo, es habitual. Pero no es normal, algo ha podido ocurrirte.
Pues tras un parto puede haber dolor, incontinencia, sensibilidad, hipotono. Todo esto es habitual, pero lo estimes normal. Debes recuperarte. Estos síntomas podrán tener consecuencias con el tiempo: prolapsos, dolor, incontinencia…
Esto no es para, ni mucho menos, alarmarte. Es para informarte. Es para que si tú, que estás buscando información y has llegado a este post sepas qué camino tomar.
Te animo a que si vas o acabas de tener un bebé, le preguntes a tu médico, una vez pasada la cuarentena a dónde acudir para una Valoración Funcional de tu Suelo Pélvico. Y si no lo sabe, acude a un Fisioterapeuta experto en este campo. Somos muchos y muchas, seguro que cerca de ti encuentras a alguien que pueda ayudarte.
No esperes a tener síntomas graves para ponerle remedio, porque casi siempre en la Prevención está el secreto. No esperes a estar ciego para acudir al oftalmólogo, igual que no esperas a estar sin dientes para ir al odontólogo.
Llama y pide una Valoración Postparto.
Y si eres profesional sanitario y tienes que ver con la salud de la mujer, decirte que juntos somos un gran equipo y que debemos apoyarnos e interactuar.
Pues nada más, espero que te haya sido útil. Comparte para que llegue a más gente.
Hasta el próximo post. Nos leemos.